Historia de la Fundación Ignacia
"Siempre ha merecido mi especial predilección la infancia desvalida; la desgracia y la orfandad de esos seres inocentes ha conmovido hondamente mi espíritu."
Ignacia Rodulfo y López Gallo Vda. de Canevaro 1852-1925
Somos una institución privada constituida en 1925 por voluntad testamentaria de doña Ignacia Rodulfo y López Gallo, una mujer de profunda fe católica y gran sensibilidad social, cuyo legado buscó dar respuesta a las necesidades más urgentes de los sectores vulnerables de la sociedad peruana.
Desde sus inicios, la Fundación fue concebida como una obra de caridad sostenida en el tiempo, mediante una gestión prudente y solidaria del patrimonio legado. Su estructura institucional se consolidó con la creación de una Junta de Administración integrada por personalidades de reconocida solvencia ética y compromiso social, tal como lo dispuso su fundadora.
A lo largo de casi un siglo, la Fundación Ignacia ha mantenido viva su misión de servir con respeto, responsabilidad y visión de futuro. Apoya de manera permanente a instituciones dedicadas al cuidado de niñas, niños, personas adultas mayores y personas con discapacidad, promoviendo acciones que contribuyen a su desarrollo integral y a mejorar su calidad de vida.
Fiel al espíritu de doña Ignacia, su obra perdura como una expresión concreta de amor al prójimo y compromiso con la dignidad humana.
Misión
Con clara conciencia social y esmero, auxiliar a los ancianos y la infancia desvalida. Gestionar y proteger el legado, potenciarlo, así como promover la participación conjunta de instituciones en el desarrollo de propuestas innovadoras y sostenibles que permitan el cumplimiento organizacional.
Visión
Organización modelo y referente en acciones de protección social dirigido a personas en situación de vulnerabilidad, contribuyendo a mejorar las condiciones para su bienestar y desarrollo, cumpliendo la voluntad de la Sra. Ignacia Rodulfo Vda. de Canevaro.
Junta de administración
La Fundación Ignacia es dirigida por una Junta de Administración compuesta por cinco miembros, encargados de velar por el cumplimiento de los objetivos fundacionales mediante decisiones que aseguren la buena gestión del legado de doña Ignacia Rodulfo. Respecto a quienes asumirían esta responsabilidad, la propia fundadora expresó en su testamento: “…cuyos sentimientos humanitarios invoco para que acepten el cargo y lleven a la realidad mis anhelos, según su criterio y procurando interpretar mi pensamiento…” Esta invocación revela la confianza depositada en personas de reconocida probidad, sensibilidad social y compromiso con el bien común, llamados a custodiar y proyectar, con autonomía y responsabilidad, el espíritu de servicio que inspira a la Fundación.
Presidente
Miembro
Miembro
Miembro
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